Los seres humanos pertenecemos al grupo de los mamíferos, concretamente al de los homínidos. Nos alimentamos de la leche materna, que obtenemos a través de las mamas. Este "contenedor de alimento", después de conseguir mantenernos erguidos sobre nuestras piernas (bipedestación), quedó situado en la parte superior de nuestro tronco. Las mamas quedaron inaccesible para nuestras crías, que nace muy inmadura, por lo que tuvimos que acercarlas a nuestro pecho para que pudiesen alimentarse.
Esta condición se convirtió en un impedimento para nuestros primeros congéneres, pues tenían que tener las manos y las piernas libres para caminar y coger lo que necesitasen. Es por lo que idearon una forma de transportar a sus bebes de manera segura y cómoda para realizar todo tipo de actividades, mediante un tejido o trozo de cuero compacto y resistente. Fueron los primeros portabebes.
1. Reflejo de Galant. Al pasar la mano por la parte baja de la espalda y hacia un lado, por la zona de los riñones y en paralelo a la columna vertebral, el bebé arquea ligeramente el cuerpo hacia ese lado. Este reflejo lo mantendrá hasta el año.
2. Reflejo de Moro. Cuando el bebé está tumbado sobre una superficie blanda, le sostenemos por las muñecas y le separamos un poquito. Después le dejamos caer hacia atrás. El bebé abrirá los brazos y los echará hacia delante como si fuera a dar un abrazo, desaparece hacia el cuarto mes de vida.
3. Reflejo Prensil. Consiste en la habilidad del recién nacido de agarrar con fuerza cualquier cosa que roce la palma de su mano como el dedo de su mamá o una cuerda. Se trata de un reflejo remoto que permite al bebé sujetarse involuntariamente. Generalmente, suele desaparecer a los seis meses.
4. Reflejo de Búsqueda. Aparece cuando se roza suavemente su mejilla o la comisura de sus labios. Entonces, el bebé gira la cabeza en esa dirección en busca de alimento. Suele desaparecer alrededor de los cuatro meses.
5. Reflejo de succión. El bebé chupa cuando se le introduce algo en la boca. Se puede apreciar ya en las ecografías antes del nacimiento, se intensifica hacia el tercer mes y suele desaparecer hacia el sexto mes cuando el acto de succión es voluntario.
6. Reflejo de prensión plantar. Aparece cuando el bebé siente un roce en la planta de sus pies. Entonces, recoge los dedos hacia abajo, flexionándolos, como hacen los primates para agarrarse. Concretamente, éste es el reflejo que más tiempo permanece, hasta el año de vida.
7. Reflejo de Marcha. Resulta curioso ver como el recién nacido hace el intento de caminar cuando sujeto por las axilas y con un pie apoyado, levanta el contrario para intentar dar un paso o varios. Sólo se mantiene hasta el segundo mes.
Han pasado muchos millones de años, pero seguimos teniendo mamas y leche cuando damos a luz. Nuestros hij@s nacen con las mismas necesidades y condiciones que al principio de nuestros tiempos. Sin embargo, la figura maternal, afortunadamente, se ha ampliado y puede ser cualquier ser humano con instinto protector que este dispuesto a cuidar a un nuevo ser.
El bebé nace con huesos cartilaginosos y flexibles, que le permiten adaptarse a cualquier superficie, y que proporciona un acoplamiento perfecto al tronco de su porteador.

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